jueves, 5 de marzo de 2015

La última oportunidad para ser sinceros


Después de tener un relación tormentosa, llena de ansiedad, con altos y bajos, decides que llego la hora de seguir adelante para superarlo y estar bien, para encontrar lo que perdiste, para encontrarte a ti misma.

Pasa el tiempo, se curan las heridas y puedes establecer una relación amical con la persona que era tu ex pareja; entonces ves que ambos se llevan perfectamente y llega un punto en que pueden contárselo las cosas de ambos…

Y decides hacer las preguntas que nunca hiciste: ¿Por qué terminamos? ¿Por qué me engañaste? , y muchas más.

Los dos hablan por primera vez sobre su ruptura, de forma seria, sin risas, sin bromas, sin llantos o mal entendidos; hablan con la verdad. Comienzan a repasar cada punto de los últimos días juntos, como cada uno explotó a su manera, como se descubrió todo esto, como llegaron a ese punto y por último que paso después de que  terminaron, como se inició la gran tormenta que cada uno llevaba solo por su cuenta.

Es curioso como llegas a ver las cosas después de que la relación termino y ya no sientes nada por la otra persona, ves “la historia” desde otro punto de vista, ya sin llanto y sin el dolor que la decepción te causo. Entonces escuchas su explicación muy atentamente, sigues haciendo preguntas porque sabes que no habrá otra noche igual y quieres que todo te quede claro, el responde. Y termina la conversación.

Ya escuchaste todo lo que él dijo, recuerdas que en conversaciones anteriores cuando ambos bromeaban sobre el tema él decía lo mismo, como si estuviera ensayado ,como si fuera una gran mentira; después de tanto tiempo aun sigues sin creerle, las razones que da no son válidas, argumentos absurdos y más mentiras.

En realidad no sé si el me estará mintiendo otra vez o diciéndome la verdad, pero algo en mi interior no puede creerle completamente,  ya no importa, solo quería escuchar de su boca palabras sinceras, que si me engaño que lo diga, si me utilizo o solo jugo conmigo que sea libre de decir lo que quiera, yo no lo voy a condenar ni odiar por eso. Quizá el piense que yo aún no lo puedo perdonar, por “ocultarme la verdad” como dice el, pero se equivoca, perdonado ya está hace mucho tiempo. Lo que no puedo darle es la oportunidad que me pide porque no confió en él y no creo que vuelva a confiar en él.  

Pensé que esta vez sería diferente, que por fin me diría las cosas claras y como son, y todo esto no es porque yo quiera regresar con  él, sino porque siempre he sido una persona curiosa por naturaleza que quiere saber todo, todos los detalles, todos los sentimientos, todo lo que la gente siente pero  no lo dice o no  lo demuestra. Pero no todas las personas están dispuestas para contar todo detalladamente como yo.

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