"Me sentía atrapada en una de esas pesadillas aterradoras en las que tienes que correr, correr hasta que te arden los pulmones, sin lograr desplazarte nunca a la velocidad necesaria. Pero no era una pesadilla, esta era la realidad"

Nunca antes me había sentido tan
decepcionada, por primera vez en mi vida sentía que había escogido a la persona
equivocada, sentía que había dado todo por alguien que no merecía nada, yo
había confiado mucho en él, hice caso omiso a los comentarios de los demás
porque creí que lo nuestro duraría, creí que él me quería… Pero yo estaba
equivocada.
“¿Llorar
por ti? ¿Sufrir por ti? ¿Necesitarte? ¿Extrañarte? ¿Quererte? Si, ¿Y sabes
porque? Porque yo si te quería, porque quizá te di más de lo debido,
porque me entregue del todo, porque yo creí que esto era recíproco, y me
equivoqué.”
Duele ver con tus propios ojos
como se derrumba tu mundo, como se desvanece todo; duele saber que todo lo que
te dijo fueron puras mentiras, que solo te utilizo de la peor forma, que nunca
te quiso, que te engaño, que te mintió mil veces en la cara y yo estúpida le
creía, pero las mentiras tienen patas cortas y tarde o temprano yo me enteraría
de toda la verdad.
La noticia me llegó el domingo a
las 3 de la mañana, fue horrible enterarse de eso y no había opción para dudar
si lo que me decían era cierto o no, porque la persona que me lo dijo, era muy
confiable. Fue espantoso enterarme a esa hora donde la mayoría estaba
durmiendo, mi casa estaba en silencio y yo era la única despierta, enterándome
de algo que cambiaría todo. Una vez que me dieron la noticia agradecí por lo
contado y cerré mi Facebook, para encerrarme en las cuatro paredes de mi
cuarto, para sentirme sola una vez más, para llorar, ya no me quedaban ganas de
luchar, me deje caer y entro ese maldito ataque de ansiedad, me sentí tan
miserable y despreciable, que era imposible calmar ese temblor por todo mi
cuerpo, me faltaba ese apoyo, ese “ánimo,
todo estará bien otra vez”, nadie estaba allí para abrazarme, para decirme
que no estaba sola. Pero lamentablemente, estaba sola, muy sola. Y allí estaba
aquella imagen, los malos recuerdos de los meses pasados, y esas malditas
lágrimas por todo mi rostro. Parecía una niña pequeña perdiendo a su juguete
favorito, parecía una mujer perdiendo a un ser querido; no podía parar el llanto,
la tristeza me abrumaba, me sentía tan sola, tan herida, tan decepcionada, tan
frágil, sentía esas ganas de huir y correr muy lejos, donde nadie me
encontrase, quería huir, necesitaba huir, alejarme de todo, donde nadie me vea
llorar, donde nadie me pregunte porque estaba así, donde nadie se dé cuenta de
mi tristeza. Todo volvió a estar mal, ya no me importaba nada. Y lo peor, es
que ahora me considero una persona que respira, pero que no está viviendo.
Siento un vacío en el pecho, es
algo indescriptible, es un sentimiento que me va derrumbando cada vez más,
recuerdo todo lo que decía, las cosas que hacía y después recuerdo la
conversación y lloro, lloro y lloro, ese sentimiento de saber que no te quiere,
que nunca te quiso, que jugo contigo como si fueras cualquier cosa, te utilizó,
te mintió y se burló de ti; eso me está matando. Y me doy cuenta de la nada, de
repente, esa tristeza abrumadora se precipita sobre mí y me desanimo, me
molesta tener ese sentimiento, me siento desesperada, triste y herida y una vez
más, me siento entumecida en el mundo. Siento mi corazón quebrarse en mil
pedazos, y lo peor de todo es que me siento tan indefensa, tan vulnerable...y
me pregunto ¿cuándo fue que me volví así?
Sé que nada dura para siempre,
quizá nunca fuimos la pareja perfecta, pero yo me pregunto ¿era necesario todo
esto?, era necesario mentirme, decirme que me quería ¿era necesario ser tan
hipócrita? NO, yo pienso que no era necesario todo eso. A mí me enseñaron que no se debe de jugar con los
sentimientos de las personas, me enseñaron a tener valores y buenas costumbres,
me dijeron que nunca haga lo que no quiero que me hagan a mí, me educaron de
esa forma. Y llegas al mundo real y te
das cuenta todo es una basura, que hay gente mala que solo busca hacerte daño;
y ahora me doy cuenta cómo es que esto nunca iba a funcionar. Éramos totalmente
opuestos, yo tenía muchas cosas que a él, le faltaban. “No me sorprende que se llevara todo, incluso mi corazón ya que él no
tenía uno”
Perdida estaba pero ahora me
encontré, puedo ver que por un tiempo estuve ciega, estaba tan confundida como
una niña pequeña tratando de conseguir lo que no podía, asustada de no poder
encontrar todas esas respuestas. Lo bueno es que me di cuenta a tiempo de que
esto no era para mí. Lo que paso ayer, atrás quedo y lo que se vivió jamás
volverá, la vida te presenta pruebas o experiencias de las cuales uno tiene que
aprender y verlas como escalones para crecer e ir a otro nivel. Lo que es, así
es y no se puede cambiar. No sufriré, no me angustiare porque nada dura para
siempre y pronto todo estará bien.
Pero juro que saldré adelante por más que
me cueste mucho, sé que cada día será un nuevo intento, sé que será difícil pero
no imposible… “Te voy a olvidar tan bien
que hasta sentirás que nunca estuviste presente”.
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