sábado, 1 de junio de 2013

Totalmente ridículo


“De esas veces que te da gusto decepcionarte de alguien que quieres porque sabes que ya es hora de dejarlo de querer”.

Me lleno de ira, de solo pensar que todo se malogro por una maldita conversación de Facebook. Aunque en realidad la culpa no es de la conversación, sino de él en sí, porque que se puede esperar de un chico inmaduro.

Me gustaba tanto, que incluso le podía soportar cualquier cosa; como dice la canción de Paulina Rubio: “Te quise tanto que supe entregarte enterita mi alma”, pero yo tengo un cierto límite y Nicolás escogió justo este día para cruzarlo.

La conversación podría decirse iba del todo bien, hasta que el cometió su brutalidad; lo peor es que fueron como tres veces que hizo estupideces... Y yo no soy de las personas que tengan paciencia y reaccione lo mejor posible, y explote, ya no pude más; hasta incluso de mis ojos brotaron unas cuantas lagrimas (en realidad fue un océano completo). ¿No le ha pasado que de tanta impotencia, se les caen las lágrimas? A mí sí.

Aunque en realidad no sé, si fue la impotencia o más bien mi decepción por aquel chico que me gustaba tanto. Es que Nicolás, me gustaba demasiado; y después de haber estado un año completo lamentándome por lo de Bruno, que me gustara alguien después de tanto tiempo y que de ahí de un día para otro todo se venga abajo por su inmadurez, me da mucho que pensar y mucho que desear. No era lo que yo me esperaba, nunca me imaginé eso; hasta llegue a pensar que Bruno era mejor, no nunca tanto.

Esta fue una de las decepciones más grandes de mi vida, ¿No dicen?, que las personas aprenden con los daños, no con los años; creo que esa frase es muy cierta. Justo cuando todo iba perfectamente, cuando él ya había tomado la iniciativa, cuando yo ya me atreví a todo, justo ahí, Nicolás lo malogra con su maldita ortografía y su poca educación. ¡Qué lástima!, me hubiese gustado conocerlo más; pero creo que ya lo conozco lo suficiente como para saber que entre los dos JAMAS pasara algo.

Ahora estoy sintiendo esa depresión en la que te entra cuando por todo lo que luchaste se va a la mierda y no puedo evitar sentirme así. Decidí ser su compañera o amiga si es que se puede, aunque lo dudo, ya dejo una mala impresión en mí. Lo seguiré tratando igual, solo que ahora ya no me gustara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario