martes, 12 de marzo de 2013

Te extraño tanto.



"Es como gritar, pero sin que nadie te oiga, casi te sientes avergonzada, de que alguien sea tan importante, de que sin él te sientas como si no fueras nada; nadie podrá entender cuanto duele, te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte. Y cuando todo se termina y él ya se ha ido, hasta deseas que todo lo malo regrese para que al menos también puedas tenerlo de vuelta en tu vida."

Han pasado ya muchos meses desde la vez que Fernando anunció su partida...fue un sábado, el día más triste de mi vida. Aquel día cuando terminaron las clases, él nos comunicó a todos que ya no volvería, la mayoría ya se lo esperaba, es más yo misma sabía que ese día tarde o temprano llegaría, pero nunca me imaginé que fuese tan pronto. Su repentina partida tuvo un efecto muy doloroso en mi estado anímico; ni siquiera me despedí bien de él, sólo quería salir corriendo e irme muy lejos, en la puerta de salida me encontré con Julia que notó que yo estaba apuntó de llorar y tenía razón, apenas llegó el bus, me subí en él y una vez en el asiento, las lágrimas comenzaron a caer de mi rostro. Me costó muchos días sobreponerme a su ausencia, pero al final llegué a sobrellevarlo aunque no del todo.

A lo largo de estos meses lo extrañe demasiado, era imposible olvidar las tardes que pasamos juntos en biblioteca, nuestro primer y último almuerzo, las conversaciones que compartimos y él último día que pase con él.  Pase un día completo a su lado, en la mañana estuve con él en el salón, una vez terminadas las clases nos fuimos a almorzar juntos, de ahí nos pasamos a biblioteca (en la tarde) y en la noche fuimos a la fiesta del cachimbo UNI; ese día fue muy especial para mí, sobre todo en la noche ya que conversamos de muchas cosas, bailamos juntos en medio de la autopista y por último me acompañó y cruzó el puente conmigo para que nada malo me pasara. Sí que fue muy especial, es más lo recuerdo como si fuera ayer, por lo menos para mí lo fue, no se sí para él fue así de igual de importante como lo fue para mí.

Lo peor de extrañarlo es que hace poco conocí a una persona que tenía una personalidad parecida a la de él, que digo parecida es idéntica, él mismo dejo, las mismas palabras, la mente audaz y rápida que sólo él solía tener. Fue muy raro la primera vez que lo escuche hablar, al principio creí que estaba soñando, de ahí pensé que Fernando había regresado, pero no fue así; poco a poco me hice amiga de este nuevo compañero de aula, el cual lleva el nombre de Daniel y descubrí que él había vivido un tiempo por la Selva. De ahí caí en la deducción de que es muy probable de que la mayoría de los selváticos tengan mentes tan audaces... y yo que me preocupaba porque quizá jamás encuentre a una persona como Fernando.

Pero es muy tormentoso tener a una persona tan parecida a él, escucharlo todos días y también se queda en biblioteca; esto está resultando más duro aún, como que antes ya lo estaba olvidando y ahora aparece de nuevo.


Sé que no olvidare jamás a Fernando, espero verlo algún día pero dentro de muchos años, por ahora todavía no.

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