viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Puedo asegurar que ya no siento nada por él?



No, no puedo asegurar eso. Aunque dicen que corazón que no ve, corazón que no siente. Así que por lo tanto la distancia hace magia entre las personas para que se dejen de querer. Pero acaso, ¿el amor no es más fuerte que todo?

Esto si lo puedo asegurar, el amor sí hace magia en estos casos. Volví  a hablar con él. Como quien diría volví a caer en lo mismo, y es que ya no podía lo extrañaba demasiado. Y necesitaba saber si el sentía lo mismo. Yo comencé la conversación, para variar, le pregunte como estaba y la conversación transcurría normalmente; cuando de pondrá me pregunta si lo extraño, yo me quede ¿qué? ¿Ahora que le respondo? Pero como siempre me gana el sentimentalismo y siempre acabo diciéndole lo que realmente siento, le dije que si lo extrañaba, el me respondió que también me extrañaba y también me dijo que se había enganchado tanto conmigo que aún me seguía pensando. Caí derretida, como era de esperarse.

Eso sucedió ayer pero hoy se conectó tranquilamente y no me hablo. Eso es, exactamente eso lo que me da cólera. Que ayer diga algo y hoy todo sea completamente diferente. No me ha dicho que quiere regresar conmigo, pero me lo ha dado a entender ¿verdad?, bueno aunque con él nunca se sabe.

Ya no sé qué pensar ni que sentir; y tengo miedo que al final resulte otra cosa y yo me ilusione por gusto, y de ahí yo termine mal. Y no quiero eso, con tantas cosas que tengo, caer en depresión otra vez, sería lo peor que podría pasar.

Pero ¿qué puedo hacer? me siento tan impotente, porque siento que ahora esto recae en sus manos, ya no en las mías. Que yo lo quiero, eso ya está claro. Que él me quiero, eso no lose; porque dice que se engancho conmigo y que aún me piensa, pero en ningún momento dijo que me quiere y que desea regresar conmigo.

Sinceramente en estos momentos no sé qué hacer. ¿Qué? Le hablo y le pregunto ¿porque no me llama?, le pregunto ¿qué le pasa, porque no me habla igual que ayer? NO, no puedo hacer eso. Por el simple hecho de que NO SOMOS NADA, y no puedo reclamarle nada.

Lo malo de mí, es que me canso muy rápido de las cosas, y quiero cambios instantáneos por eso cuando veo que todo sigue igual, ya no lucho por eso. Tengo miedo de arruinarlo otra vez, tengo miedo de no intentarlo o de no tener el valor suficiente para afrontar esta situación.